¿Qué lubricante debo usar para mi vehículo?
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1. Debes conocer las propiedades del lubricante para el coche
La viscosidad, que define la resistencia que tiene el aceite al moverse o su grado de cohesión molecular, es la característica más importante del lubricante. Aun así, hay que atender a otra serie de propiedades también:
Estabilidad. La capacidad de resistencia a la descomposición por gases quemados y temperaturas altas.
Untuosidad. Propiedad de adhesión a superficies metálicas.
Punto de inflamación. Debe de ser lo más alto posible para evitar que genere carbonilla.
Grado de congelación. Se debe garantizar las propiedades del aceite incluso a bajas temperaturas.
2. Apostar por los lubricantes sintéticos
Existen dos tipos principales de lubricantes:
Los minerales, que se consiguen de la destilación del petróleo. Estos son más baratos, pero a la larga no son tan rentables, ya que hay que sustituirlos con mayor frecuencia. Otra de sus contras es que pierden eficacia a altas temperaturas.
Los sintéticos, que se obtienen por un proceso químico. Estos están mejor optimizados y duran más. Ensucian menos el motor y garantizan una mejor protección a los elementos del motor. Es por ello que se apuesta más por los lubricantes sintéticos a día de hoy.
3. Seguir las recomendaciones del fabricante
La escala SAE (Society of Automotive Engineers) se encarga de clasificar los aceites. Esta escala se basa principalmente en la viscosidad del lubricante.
La tendencia que representa la viscosidad es la de un aceite en el momento en el que se vuelve más espeso a medida que se enfría y menos a medida que se va calentando. Este grado de viscosidad cambia de manera inversa, siempre proporcional a la temperatura.
Tener una viscosidad demasiado alta en nuestro aceite puede provocar que el motor sufra más en el momento de arrancar en frío, ya que este circula más lentamente por los conductos debido a tanta viscosidad. Por otro lado, una viscosidad demasiado baja, puede perjudicar al no tener una buena capa de lubricación, que puede provocar problemas de fricción.
Es importante consultar y acudir a las instrucciones del fabricante para saber qué lubricante utilizar para nuestro vehículo, ya que debe ser utilizado el correcto o uno que tenga sus mismas características. Todos los aceites se identifican con una serie de dígitos que determinan su grado de viscosidad. Atendiendo a este parámetro, podemos distinguir entre los siguientes:
Aceites monogrados. Están preparados para funcionar sólo a una temperatura determinada y no tienen aditivos modificadores de la viscosidad. Se identifican mediante dos dígitos.
Aceites multigrados. Tienen aditivos modificadores de la viscosidad y, por tanto, pueden ser eficaces en un mayor rango de temperaturas.
Conocer esta información y compararla con la del fabricante del vehículo es fundamental para usar el lubricante de coche más adecuado en cada caso. Como sabes, emplear el lubricante apropiado es uno de los secretos para evitar averías.